El bullying o acoso escolar es toda forma de maltrato psicológico, verbal, físico o social que se produce reiteradamente entre pares, en entornos escolares/educativos y a lo largo de un tiempo determinado. Esto no significa que cualquier situación de violencia en las escuelas sea bullying.
Para reconocer situaciones de bullying debemos comprobar que estén presentes los tres rasgos fundamentales:
- Se da entre pares que se encuentran desigualdad de condiciones.
- La violencia es intencional.
- Acciones con continuidad en el tiempo.

Qué sí es bullying
- Promover intencionalmente que un grupo no se junte con determinada persona, ni la invite a fiestas, cumpleaños, trabajos escolares, etc.
- Inventar historias de una persona para hacerla quedar en ridículo
- Hacer comentarios despectivos acerca de su físico o su familia
- Humillarlo delante de los demás.

Qué no es bullying
- No invitar a una persona a mi casa o a mi cumpleaños porque no es de mi grupo más cercano.
- Una pelea aislada en el recreo.
- No aceptar la solicitud de alguien en redes
- Tener un grupo de “mejores amigos”
- Armar una salida y no invitar a todos.

Por otra parte, el ciberbullying es la situación en la cual un menor de edad atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro mediante el uso de dispositivos informáticos. A diferencia del bullying, este fenómeno se vuelve más peligroso debido a los siguientes factores:

- Instantáneo y permanente: el acoso a través de dispositivos tecnológicos favorece a que se ejecute de manera rápida y constante, ya que no termina cuando la víctima se retira de la escuela.
- Anonimato: muchas veces, las personas que agreden o viralizan contenido de la víctima se esconden en el anonimato, diciendo y haciendo cosas que de manera personal no lo harían.
- Difícil de cuantificar: al realizarse virtualmente y no dejar marcas físicas, es complicado medir su daño.
- Réplica exponencial: con un simple clic, al reenviar o compartir algo de otra persona se produce un efecto dominó imparable.
- Permanencia: lo que se sube al ciberespacio, nunca desaparece completamente y queda circulando en la red por un tiempo indefinido.

Hoy, con las redes sociales, se viraliza un mensaje de manera instantánea y no se puede medir el alcance que tiene, ni su réplica. Por ende, no se puede cuantificar el daño. Mientras que en el Bullying el daño se circunscribe al entorno próximo, en el Ciberbullying la víctima nunca deja de ser acosada. Por eso es importante comprometernos a realizar un uso positivo y responsable de la tecnología.

- Mostrar imágenes reales o manipuladas de alguien con el fin de humillarlo. Implica utilizar imágenes con el objetivo de avergonzar, ridiculizar o dañar la reputación de una persona. Las imágenes pueden ser compartidas por redes sociales o grupos de mensajería como Whatsapp, lo que favorece a su viralización y aumenta el daño en la víctima.

- Crear perfiles falsos. Muchas veces, quienes ejercen cyberbullying crean perfiles falsos para acosar a alguien anónimamente. A través de ellos envían mensajes, difaman a la víctima o difunden rumores malintencionados.

- Crear espacios de votación para que la víctima sea catalogada de manera ofensiva por alguno de sus rasgos. En este caso, se utilizan las redes sociales o páginas de internet para generar encuestas en las que se pide a otros que califiquen o juzguen a la víctima por ciertos rasgos, como su apariencia física, orientación sexual o rendimiento académico. Estas encuestas suelen estar diseñadas para humillar o avergonzar a la víctima dañando su autoestima.

- Enviar mensajes amenazantes. Los mensajes amenazantes son otra forma común de cyberbullying, donde los acosadores envían mensajes intimidatorios, hostiles o violentos a la víctima a través de medios digitales como correos electrónicos, mensajes de texto o aplicaciones de mensajería.

- Generar cadenas de mails ofensivos. Implica el envío masivo de correos electrónicos ofensivos, insultantes o difamatorios a la víctima y a otras personas. Las cadenas de correos electrónicos suelen contener contenido dañino o vergonzoso sobre la víctima y se distribuyen con el objetivo de difundir el odio o la humillación.

La prevención del cyberbullying requiere un enfoque integral que incluya educación, concienciación, creación de entornos seguros, supervisión y apoyo de los adultos, promoción del comportamiento responsable en línea y apoyo a las víctimas. Al abordar el problema desde múltiples ángulos, podemos trabajar para prevenir y reducir el impacto negativo del cyberbullying.

¿Qué hago si veo que alguien es víctima de cyberbullying?
- No ignores la situación, tu intervención puede marcar la diferencia. Si ves una situación de cyberbullying, no te quedes pasivo. Puedes informar a un adulto de confianza o a la autoridad correspondiente sobre lo que has presenciado. Si estás en un entorno en línea, también puedes denunciar la conducta de acoso en la plataforma.

- No contribuyas a masificar, ni amplificar. Evita compartir o difundir contenido relacionado con el acoso en redes sociales u otros medios, ya que esto puede agravar el impacto en la víctima. Intenta no participar en conversaciones o actividades que ridiculicen o denigren a la víctima.

- Ofrece apoyo a la víctima, empatiza con ella. Hazle saber que estás ahí para apoyarla. Ofrécele palabras de aliento y escucha sus preocupaciones.

- No fomentes la venganza. Disuade a la víctima de buscar venganza o tomar represalias ya que esto sólo empeorará la situación. Explícale que la venganza no soluciona definitivamente el problema.

- Anima a la víctima a que busque apoyo. Aconseja a la víctima para que hable con adultos de confianza o con otra figura de autoridad. Ayúdala a buscar en su entorno personas que puedan brindarle apoyo y orientación para hacer frente al acoso. Puedes ofrecerle tu compañía para hablar con el adulto.

¿Qué hago si soy víctima de ciberbullying?
- No respondas. Recuerda que responder en momentos de enojo o dolor, puede empeorar la agresión. Muchas veces, plantarte frente al acosador puede hacer que éste se sienta desafiado y aumente su comportamiento violento. Tómate un respiro, haz una pausa y junta fuerzas para contar lo que te sucede a un adulto responsable.

- Guarda evidencia. Es importante documentar todas las instancias de cyberbullying (puedes tomar capturas de pantalla, guardar mensajes, etc.). Esto puede ayudarte si decides realizar una denuncia formal para demostrar el acoso que recibes.

- Bloquea al acosador. Cada red social ofrece la posibilidad de bloquear usuarios para que no puedan contactarte.

- Habla con un adulto. Infórmale a algún adulto de confianza de lo que te está sucediendo. Esta persona puede escucharte y guiarte para solucionar el problema. Puedes hablar con algún docente, el director de tu escuela, tus padres, algún familiar, etc. ¡No silencies lo que te está sucediendo!

- No te culpes. Recuerda que no eres responsable de estar siendo acosado y que mereces ser tratado con respeto. Todas las personas somos valiosas y merecemos un trato digno.

- Revisa las configuraciones de privacidad de tus redes. Es importante ver a quiénes les permitimos acceder a nuestras publicaciones. En Instagram (https://about.instagram.com/safety), puedes acceder a una guía para utilizar esta red social de manera segura.

- Buscar líneas de ayuda. Algunas opciones son:
UNICEF (https://www.unicef.org/ )
Ayuda en acción (https://ayudaenaccion.org/)
Visita Child Help International (https://childhelplineinternational.org/helplines/) y busca un canal de ayuda para tu país o región
Pedir ayuda mediante líneas telefónicas (Menú desplegable: Argentina 102 / Bolivia 156 / Chile (FonoInfancia 800 200 818) / Colombia 141 / Paraguay 147 )