Las redes sociales son espacios virtuales donde las personas pueden crear perfiles personales, conectarse con amigos, familiares y otros usuarios, compartir fotos, videos, mensajes y participar en diferentes actividades en línea. Surgieron en 1995 cuando Randy Conrads creó el sitio web classmates.com con el objetivo de que las personas pudieran recuperar o mantener contacto con antiguos compañeros del colegio o de la universidad.

Desde ese momento, comenzaron a aparecer diferentes sitios web que ofrecían la posibilidad de crear círculos de amigos en línea. Su popularidad fue creciendo y se fueron perfeccionando hasta llegar al formato de las redes actuales.

Los adolescentes utilizan las redes sociales por varias razones, incluyendo:

Socialización: Las redes sociales permiten mantenerse conectados con amigos y compañeros de clase, incluso cuando no están juntos físicamente.

Expresión personal: Les brindan un espacio para expresar sus intereses, opiniones y creatividad a través de publicaciones, fotos y videos.

Entretenimiento: Pueden disfrutar de contenido divertido, como videos virales, memes y desafíos, que circulan en las redes sociales.

Información: Obtienen noticias, información y actualizaciones sobre eventos y tendencias que les interesan.

Apoyo emocional: Encuentran comunidades en línea donde pueden compartir experiencias, problemas y recibir apoyo de otros usuarios que atraviesan situaciones similares.

Es importante tener en cuenta que muchas redes sociales tienen restricciones de edad para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios más jóvenes. Las redes más populares entre los adolescentes son Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok y Twitter, y todas ellas establecen una edad mínima de 13 años para registrarse.

La mayoría de las redes sociales establecen como edad mínima los 13 años por razones de privacidad y seguridad de los usuarios más jóvenes. Aquí hay algunas razones por las que se elige esta edad:
- Ley de Protección de la Privacidad en Línea de los Niños (COPPA): En los Estados Unidos, la COPPA establece que los sitios web y servicios en línea dirigidos a niños menores de 13 años deben obtener el consentimiento verificable de los padres antes de recopilar información personal de los niños. Al establecer la edad mínima en 13 años, las redes sociales cumplen con los requisitos de la COPPA y protegen la privacidad de los usuarios más jóvenes.
- Capacidad de comprensión: A los 13 años, se espera que los niños tengan un mejor entendimiento de cómo funcionan las redes sociales y de los posibles riesgos asociados, lo que les permite tomar decisiones más informadas sobre su participación en línea.
- Protección contra depredadores en línea: Establecer una edad mínima de 13 años ayuda a reducir el riesgo de que niños más pequeños sean contactados por depredadores en línea o expuestos a contenido inapropiado para su edad.

Más allá de la edad a la que niños, niñas y adolescentes comiencen a utilizar sus propias redes sociales, es importante que su entorno familiar los acompañe para hacer un uso responsable de ellas.
Como adultos responsables, debemos saber que al utilizar redes sociales, los jóvenes pueden quedar vulnerables a múltiples peligros existentes en el mundo virtual (acoso cibernético, exposición a contenido inapropiado, violencia en línea, etc.). Si los padres supervisan el uso que sus hijos hacen de las redes, pueden protegerlos de estos riesgos enseñándoles a reconocer señales de advertencia.
Por otra parte, los adultos pueden educar a sus hijos sobre cómo usar redes responsablemente, promoviendo la privacidad, la autenticidad y el respeto hacia los demás. Esto incluye entender la importancia de no compartir información personal, de no participar en comportamientos dañinos como el cyberbullying, y de pensar antes de publicar cualquier cosa en línea.

Si nuestros hijos utilizan redes sociales, podemos acompañarlos atendiendo a las siguientes cuestiones:
- Establecer reglas y límites: dialogar sobre el tiempo que pueden pasar en las redes sociales y qué tipo de contenido pueden compartir.
- Supervisar su actividad en línea: conocer qué redes utilizan sus hijos, qué tipo de cuentas siguen sus hijos y qué tipo de interacciones tienen en las redes sociales.
- Educar sobre la privacidad: brindar herramientas para que sepan cómo proteger su información personal y a ajustar la configuración de privacidad en sus perfiles.
- Fomentar la comunicación abierta: habilitar espacios de escucha para que sus hijos puedan hablar sobre sus experiencias en línea, problemas que puedan enfrentar y dudas que puedan surgir.
- Dar el ejemplo: ser un modelo a seguir en el uso responsable de las redes sociales y practicar hábitos digitales saludables.
Las redes sociales pueden ser herramientas increíblemente útiles y divertidas, pero también pueden presentar riesgos y desafíos. Al educar a sus hijos sobre el uso responsable de las redes sociales y acompañarlos en su experiencia en línea, puede ayudarlos a navegar de manera segura y positiva en el mundo digital.